En 1901, el meteorólogo sueco, gran amigo de Arrhenius, Nils Gustaf Ekholm (1848 – 1923) publicó una explicación somera pero correcta del mecanismo de calentamiento de la atmósfera por gei. Sin embargo también introdujo la conocida analogía con un invernadero de jardinería. En sus propias palabras:
La atmósfera desempeña una parte muy importante de un doble carácter en cuanto a la temperatura de la superficie terrestre, de las cuales la primera fue apuntada por Fourier, mientras que la otra fue señalada por Tyndall. En primer lugar, la atmósfera puede actuar como el cristal de un invernadero, dejando pasar los rayos de luz del sol con relativa facilidad, y absorbiendo una gran parte de los rayos oscuros [infrarrojo] emitidos desde el suelo, y por tanto, aumentando la temperatura media de la superficie terrestre.
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