jueves, 26 de enero de 2017

En defensa del argumento de autoridad y el consenso científico #Ecos del futuro #noticias


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En 1966, Richard Feynman impartía una charla dirigida a profesores de secundaria. Una de las cosas que allí dijo -- y que pasaría a posteridad como una de sus citas más utilizas -- fue que la ciencia es la creencia en la ignorancia de los expertos.

Feynman era recurrente en la idea de que uno no entendía algo hasta ser capaz de deducirlo por sí mismo. Ese era su método de trabajo que, como todos los que conocemos y admiramos al personaje sabemos, le llevó hasta cotas muy altas en la física: Feynman tuvo un papel esencial en el desarrollo de la electrodinámica cuántica y recibió por ello un premio Nobel.

El problema de la ciencia es que los resultados suelen ser el trabajo de muchas generaciones de investigadores que han dedicado varias décadas de su vida a pensar detalladamente en ellos. Estamos subidos a hombros de gigantes y el método de trabajo de Feynman, consistente en deducir todo uno mismo, no es aplicable en la práctica. Y prueba de ello es que, aunque Feynman introdujo su "hocico" curioso en otras disciplinas, no dejó contribución relevante en ninguna de ellas aparte de la física. Simplemente no le dedicó el tiempo necesario para convertirse en un experto.

El argumento de autoridad se suele señalar como una falacia. Pero lo cierto es que, depende de cómo se utilice, puede ser o no una herramienta válida de argumentación. ¿Qué no son las referencias de un artículo científico más que argumentos de autoridad dentro de una disciplina? La idea subyacente es que aunque el consenso de los expertos no es una prueba de validez, sí que es un indicador que hace más probable la validez de los resultados frente a la opinión de otras fuentes.

Por ejemplo, citar la amplia bibliografía académica que muestra que las vacunas son efectivas, que la homeopatía no funciona, que la wifi no provoca problemas de salud o que el Cambio Climático actual es antropogénico, es un argumento de autoridad legítimo. Otra cuestión es que sea convincente si el interlocutor parte con un sesgo previo que lo lleva a la desconfianza en los expertos por estar vendidos, por ejemplo, a las multinacionales. El problema de ese tipo de interlocutores no suele ser sólo que no aporten pruebas de la razón de su desconfianza, sino que encima suelen ponerla en un pequeño grupo de expertos disidentes o incluso en outsiders a la disciplina que tienden a ser incluso más susceptibles a otras motivaciones más allá de la validez de los resultados.

Es típico sin embargo en los debates en las redes sociales suela utilizarse autoridad y consenso con significados diferentes al que tienen en el mundo académico. Una autoridad en ciencia es quien ha dedicado décadas a la investigación dentro de una disciplina, tiene numerosos artículos publicados en revistas con un alto índice de impacto y es citado y respetado por el resto de investigadores de la disciplina. Y el consenso de los expertos no sale de una reunión donde se ponga un resultado sobre la mesa y se decida su validez a mano alzada por mayoría. Se trata más bien de las conclusiones de las revisiones de la bibliografía relevante sobre el asunto.

Cuando se citan las palabras de Hawking en una disciplina que no es la física, Hawking no está actuando como autoridad y el uso de su opinión como argumento de autoridad es claramente una falacia.

O cuando se utiliza una carta firmada por un gran número de científicos de diferentes disciplinas como argumento dentro de una disciplina, no se trata tanto de que se haya establecido "otro consenso" como que se esté haciendo simplemente una petición con muchas firmas que se convierte así en un argumento ad populum.

Vivimos en un mundo complejo donde tenemos muchas veces que tomar decisiones o formarnos una opinión con información muy limitada. A lo largo de la evolución de nuestra especie, el cerebro siempre tuvo que enfrentarse a ese déficit de información y desarrollar estrategias para actuar con celeridad y no perecer en la indecisión. Ahora conocemos esas estrategias como sesgos cognitivos y parecen realizar sus función de manera bastante apropiada en nuestros quehaceres diarios y relaciones sociales. En un nuevo mundo dominado por la ciencia y la tecnología tenemos, sin embargo, que hacernos con nuevas estrategias para enfrentarnos a ese déficit crónico de información. Y el principio de autoridad correctamente utilizado es sin duda una de esas estrategias. Añadiendo además el hecho de que, como han sugerido los estudios de Sander L. van der Linden de la Universidad de Yale, funciona como estrategia comunicativa para neutralizar la propaganda anti-ciencia, algo de lo que estamos sin duda muy necesitados en el panorama político y mediático del presente.

Referencias

Argument from authority. Rational Wiki.

van der Linden, S.L., Leiserowitz, A.A., Feinberg, G.D. et al. How to communicate the scientific consensus on climate change: plain facts, pie charts or metaphors? Climatic Change (2014) 126: 255. doi:10.1007/s10584-014-1190-4

What Does 'Scientific Consensus' Mean? Starts with a Bang. Forbes