Post realizado por Clara Martínez.
"Allí yacía ella, y era tan hermosa que el príncipe no pudo apartar la mirada. Se inclinó y le dio un beso. Cuando le rozó los labios con el beso, la Bella Durmiente abrió los ojos, se despertó y lo miró dulcemente." – La Bella Durmiente, Hermanos Grimm.
En esta historia, nuestros protagonistas son otros: ella: Botrytis cinerea, él: un auténtico desconocido en busca y captura. El fin de la historia: identificar al príncipe azul que con su beso haga despertar la germinación de nuestra protagonista.
Botrytis cinerea es un hongo necrótrofo identificado como uno de los patógenos más virulentos que se conocen en la actualidad con capacidad de afectar a más de 200 especies cultivadas, siendo su hospedante de mayor importancia económica la vid. La infección sobre la planta está mediada por numerosas enzimas extracelulares, proteínas o metabolitos.
El ciclo de la infección comienza con los conidios, o estructuras de resistencia, aterrizando y uniéndose a la superficie del hospedante, gracias a su capacidad para reducir la hidrofobicidad de la cutícula vegetal. Posteriormente, el hongo es capaz de sintetizar enzimas degradadoras de las pareces celulares vegetales, facilitando, así, su penetración en las células. Finalmente otras toxinas, ácidos o especies reactivas de oxígeno se encargan de producir la muerte celular.
Conocer en profundidad cuáles son los mecanismos necesarios para la colonización de los tejidos vegetales resulta de especial interés para combatir o reducir los efectos de este patógeno.
Uno de los objetivos que pretendemos abordar a lo largo de este trabajo, es identificar una molécula inductora de la germinación (nuestro príncipe) de Botrytis cinerea (nuestra bella durmiente).
En nuestro laboratorio disponemos de plantas mutagenizadas de la especie Euphorbia lathyris que presentan alto contenido de látex y poco contenido de látex, poseyendo las primeras una alta susceptibilidad a la infección. El látex, es una mezcla compleja de metabolitos y proteínas, que es sintetizado y compartimentalizado en las llamadas células laticíferas. En base a las observaciones, podemos decir que plantas con defectos en la diferenciación de las células laticíferas y por lo tanto con poco látex parecen ser más resistentes a infecciones por Botrytis cinerea que plantas con elevados contenidos de látex.
En este caso, al contrario que el cuento, nuestra historia no tiene un final feliz, ya que la germinación de Botrytis induce una patogénesis agresiva sobre la planta que acaba con su muerte. Pero, sin embargo, el conocimiento de esta molécula, sí podría ayudarnos a conocer dichos factores de susceptibilidad y aproximar la búsqueda de los mismos en otras especies de interés agronómico y abordar aproximaciones biotecnológicas con el fin de generar resistencias a través de la supresión de dichos factores.Observaciones microscópicas del proceso de infección corroboran que Botryitis cinerea es capaz de germinar y penetrar los tejidos de plantas con altos contenidos de látex, sin embargo la germinación e infección es incapaz de proliferar en plantas sin látex. Lo que nos lleva a pensar de nuevo que el látex contiene la llave para inducir la germinación de los conidios aterrizados sobre los tejidos de la planta. Es decir, sabemos que dentro del látex se encuentra el "príncipe azul" que induce la germinación de nuestra protagonista: Botrytis cinerea.
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