A la carabela portuguesa se la suele confundir con una medusa, pero su naturaleza es aún más inquietante, porque se trata de una colonia de organismos. Estas criaturas, que pertenecen al orden de los sifonóforos, se asocian en grupos de células genéticamente idénticas pero especializadas en distintas tareas. La parte que veis en este vídeo, los tentáculos, puede llegar hasta más de 10 metros estirada y está compuesta por cápsulas urticantes capaces de paralizar a un pez y herir gravemente a un ser humano.
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