Cuando un camaleón escupe su lengua es capaz de atrapar a un insecto que tiene hasta un tercio de su peso y llevárselo a la boca. Si lo extrapolamos en términos humanos, es como si una persona de 90 kilos pudiera estirar la lengua y traer hacia sí un pastor alemán de un solo lengüetazo. La imagen es un poco surrealista, pero sirve paran hacerse una idea de la extraordinaria capacidad de los camaleones para atrapar a sus presas.
Seguir leyendo en: El mejor pegamento, la saliva de camaleón (Next)
Entrada publicada en Fogonazos http://www.fogonazos.es/