Cada nuevo paso que da la tecnología, cada avance, cada descubrimiento, supone un nuevo paradigma a la hora de entender el mundo y relacionarnos con nuestro entorno. Tal vez no estemos todavía viviendo en Marte ni poseamos coches voladores, como aparecían en tantas y tantas películas que proyectaban su futuro en nuestro presente. Sin embargo, sí que hay otros inventos que, con más o menos popularidad, se han creado en estos últimos años. Los hologramas son uno de ellos, aunque tienen truco. Para cuando se popularizaron en el cine de ciencia ficción de los años 70, el holograma como tal ya existía, de manera algo rudimentaria pero real, gracias a las investigaciones de varios científicos con tecnología láser. Obviamente no se llegaba al punto de mostrar un mensaje grabado, como el de la Princesa Leia en Una Nueva Esperanza, pero era el principio de algo. Y hoy por hoy, la tecnología está superando con creces aquellas primeras formas imaginativas de llevarla a la ficción.
Los hologramas están presentes ya en numerosos sectores, aunque casi siempre profesionales, y no al alcance de cualquiera. En muchos países existen tarjetas de identificación con fotografías holográficas, que son utilizadas por empresas de alta seguridad. También se están utilizando para "devolver la vida" a algunos artistas ya fallecidos, colocando sus hologramas en el escenario mientras suena música en directo. Lo han hecho con Ronnie James Dio, una de las voces más potentes de la historia del rock, y la polémica ha sido brutal. El futuro, que muchos creían lejano, ya está aquí. Pero, ¿y si te dijéramos que dentro de muy poco tiempo, las casas van a cambiar por completo gracias a esta tecnología holográfica? Luces led que cambian de color y bajan o suben la intensidad a nuestro gusto… Eso ya se está quedando anticuado. Lo más nuevo es utilizar hologramas para crear un ambiente especial y cambiar por completo la percepción sensorial dentro de una estancia. La holografía al servicio de la arquitectura, una relación que sin duda dará mucho que hablar en los próximos años.
Obras arquitectónicas y hologramas
Desde los años 80, diversos proyectos ya han jugado a mezclar arquitectura y holografía para obtener un resultado totalmente distinto ante la percepción humana. Es habitual verlo en edificios oficiales y ultramodernos, en galerías de arte… Los hologramas, que son representaciones tridimensionales y a todo color de objetos o personas a través de haces de luz, se han convertido en una herramienta de modernización para esos espacios. Las obras arquitectónicas más novedosas incluyen espacios preparados para albergar este tipo de tecnología, y poder conseguir un efecto alucinante en todos los que entran en dicha estancia. No es solo crear una figura en tres dimensiones ante nosotros. Es la posibilidad de recrear ambientes, tanto reales como ficticios, de una manera absolutamente fidedigna.
En los últimos años, con las mejoras en la tecnología holográfica, hemos podido disfrutar de monumentos de este tipo en el centro de ciudades muy importantes. ¿Te imagines poder contemplar la Torre Eiffel a escala 1:1 en medio de la plaza de tu pueblo? Con esta tecnología sería posible. Y no hablamos de una grabación que se corta o pierde intensidad, sino de un holograma que puede llegar a confundirse con el objeto real representado, siempre que no nos acerquemos demasiado, claro está. La creación de espacios y ambientes especiales y hasta ahora imposibles gracias a esta tecnología se está afianzando, sobre todo en galerías de artes y espacios privados. No es ciencia ficción, es una nueva forma de entender un espacio y disfrutar de él, gracias a esta tecnología que no se va a quedar solo aquí, desde luego.
Maquetas holográficas
Los arquitectos y constructores también han visto cómo sus sectores se han visto afectados por las nuevas tecnologías. Lo que antes era todo sobre plano, ahora se puede digitalizar para tener una casa entera en nuestro ordenador, y poder sentirnos dentro de ella antes de que se construya. Pero el siguiente paso, gracias a los hologramas, es aún más inmersivo. Desde hace tiempo, las compañías constructoras más punteras vienen trabajando con un software especial que permite crear maquetas holográficas de la casa en cuestión de segundos, tomando como referencia los planos digitales. Y no hablamos solo de ver la maqueta a tamaño reducido, sino también a tamaño real. Con cada habitación, cada rincón, cada puerta y cada ventana en su lugar.
Este sistema puede ser utilizado incluso por los propios operarios y albañiles para montar el edificio entero sobre la base que el holograma nos está ofreciendo. Esto es especialmente útil en aquellas construcciones menos habituales donde se utilizan materiales maleables, o se debe llevar a cabo una técnica más compleja. Vendría a ser como dibujar sobre un papel de cálculo, solo que en vez de un dibujo estaríamos levantando un edificio real, planteado hasta el más mínimo detalle en los planos digitales. Este sistema ya se ha mostrado en la construcción de estadios deportivos, centros culturales o monumentos importantes, mostrando cómo quedarían antes incluso de poner la primera piedra.
¿Qué podemos esperar en futuro?
El futuro siempre es lo que está por venir, y aunque podamos hacer algunas estimaciones, la tecnología nos ha demostrado que podemos equivocarnos tanto para bien como para mal. La realidad holográfica es hoy un hecho, y es parte fundamental para la base de la realidad aumentada que, seguramente, en unos años podamos disfrutar incluso sin necesidad de gafas especiales ni aparatos por el estilo. La arquitectura sigue evolucionando gracias a estas tecnologías, y las nuevas generaciones de diseñadores y arquitectos parecen dispuestas a romper con todas las normas y crear espacios únicos y diferentes, echando mano de todas las herramientas a su alcance.
Lo que sí podemos asegurar es que poco a poco veremos más hologramas realistas en los espacios públicos, y seguramente también privados. En estados, en museos, en teatros… Tal vez incluso para ayudar a la educación, una senda que se está investigando en estos momentos, o a la medicina, que ya tiene en la realidad aumentada una ayuda brutal. Crear espacios únicos gracias a los hologramas está más cerca de lo que pensemos. Sumergirnos en un cuadro holográfico, o en un entorno virtual que parezca tan real que sea casi indistinguible, es algo cada vez más cercano. Una nueva revolución, de la mano de la tecnología, para los edificios del siglo XXI, pasando a un nuevo nivel de inmersión y percepción sensorial.
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