Los religiosos menos fanáticos intentan encajar (aunque sea a martillazos intelectuales) las aplastantes evidencias científicas con los relatos de profetas analfabetos de tiempos más o menos remotos. Y en esa tarea digna de Sísifo siempre presentan como "pruebas" la majestuosidad del águila o el impactante aleteo del colibrí. Sin embargo no hay que ser doctor […]