Post escrito por Mayra Estefanía Sánchez Olvera, estudiante de máster de biotecnología molecular y celular de plantas.
Yo sé que a todos nos encantan las historias del cine, y ¿A quién no? captan nuestra atención, nos entretienen e incluso nos educan. Lamentablemente debido a tantas películas y series, la mayoría de las personas combinan la ciencia con la ficción ¿Estás tú entre ellos? Si la respuesta es sí, continúa leyendo este post. ¡SPOILER ALERT!: En este post se revelarán cuáles son los verdaderos mutantes de tomate, la verdadera magia que los crea y también los verdaderos agentes súper secretos que realizan este gran trabajo.
Seguramente han escuchado acerca de los mutantes, y les aseguro que su primer pensamiento es relacionado a los X-Men, pero en la biotecnología vegetal nuestros mutantes son muy diferentes. Un mutante es un organismo que ha sufrido una mutación, esto es un cambio en la información genética de su ADN, es decir que poseen algo que es diferente a lo que nosotros llamamos normal; nuestros mutantes están muy alejados de ser el Profesor X, Magneto o Wolverine; lo que en realidad estamos buscando obtener son tomates que tengan características o propiedades benéficas para todos nosotros, por ejemplo obtener mutantes que puedan ser capaces de resistir ciertas temperaturas, que puedan resistir los ataques de patógenos, que puedan tener mayor tamaño del fruto para alimentar a toda la población e incluso que puedan saber mucho mejor.
Una de las estrategias más interesantes para abordar el anterior objetivo es el análisis de estos mutantes, pero antes se preguntarán ¿Cómo se hace esto? ¿Cómo se obtienen estos tomates mutantes? Bueno, pues esto no se trata de un hechizo de magia cómo en Harry Potter, no utilizamos un Expelliarmus o un Expecto Patronum, nosotros hacemos uso de una maravillosa herramienta conocida como mutagénesis insercional, la cual a grandes rasgos, consiste en insertar al azar un fragmento de ADN externo, que se conoce cómo T-DNA, en los genes de la planta de interés, en este caso del tomate; y listo, de esta forma conseguimos nuestros mutantes o si prefieres llamarlos plantas transgénicas. Pero debido a que todo esto se trata de inserciones al azar, el objetivo que se tiene es que el T-DNA, pueda insertarse en un lugar adecuado del genoma, para que se modifique la estructura y entonces podamos observar cambios notorios en alguna característica de la planta; con esta estrategia los genes quedan etiquetados por el T-DNA, lo que facilita el proceso de clonación.
Y todo esto es precisamente lo que realizamos en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) en el Laboratorio 0.07, te diste cuenta que casualmente llevamos el mismo número que el agente secreto James Bond?, es porque nuestro trabajo es tan importante cómo el de los agentes secretos. En nuestro grupo disponemos de una amplia colección de líneas de inserción y de mutantes previamente identificados con los que trabajamos todos los días y con los que podemos abordar la identificación de genes clave del tomate.
La misión que decidí aceptar, es la identificación de genes de tomate implicados en la morfología y la coloración de las hojas del tomate, sí, los genes relacionados con la forma y el color de las hojas. Te preguntarás, ¿Para qué queremos identificar estos genes? Bueno pues estos genes están relacionados a procesos del desarrollo relevantes a nivel agronómico, cada gen tiene su función y es muy importante; por ejemplo en cuanto a coloración, puede que un mutante tenga hojas albinas, esto puede deberse a que la mutación desactivó un gen que está relacionado con la clorofila, la clorofila es el pigmento que le da el color verde a las hojas, por lo que al estar apagado se pierde la coloración normal que es la verde.
De esta forma, trabajamos todos los días analizando mutantes, tratando de averiguar si tiene una o varias inserciones, también obtenemos la descendencia de las plantas mediante cruces y observamos cualquier cambio visual en las características de las plantas. Así lo hacemos hasta saber cuál es el gen o los genes que mutan (los genes importantes), al saberlo podemos completar nuestra misión y utilizarlos y manipularlos cómo a nosotros nos plazca, mejorando muchas características como el color o la forma de la hoja, del fruto, etc.
Todos estos estudios toman tiempo y hay que saber separar bien la ciencia de la ficción, y el resultado es más que satisfactorio, así que por favor acompáñenme a averiguarlo en Enero de 2021. ¡No te lo puedes perder! Próximamente, solo en Tomates con Genes.
You know you love me, XOXO Gossip Girl.
La entrada ¡Luces, Cámara, Acción!: ¿Ciencia o Ficción? fue escrita en Tomates con genes.
