miércoles, 24 de julio de 2019

Tener armas en casa no sirve para protegerse de los intrusos, sino para matar a familiares #La Ciencia y sus Demonios #noticias


En EEUU los defensores de las armas citan como principal justificación para su uso la necesidad de protección personal, sobre todo en el domicilio para así poder hacer frente a cualquier tipo de posible agresión por parte de ladrones. Sin embargo un reciente y más que demoledor estudio viene a desmontar esta creencia.

EEUU ostenta el dudoso honor de ser el país con mayor número de armas per cápita del mundo, de tal manera que de media cada estadounidense anciano, adulto, niño o hasta bebé tiene más de un arma de fuego a su disposición. Esta práctica viene de lejos, de la ya remota época de su guerra de la independencia, en donde las milicias formadas por ciudadanos se enfrentaron al por ese momento poderoso ejército inglés, derecho que quedó refrendado en su constitución, pero que a día de hoy es simplemente un anacronismo puesto que en el más que desarrollado mundo del siglo XXI la defensa de una nación no puede depender de la buena voluntad de civiles pertrechados con armamento más o menos ligero.

Sin embargo la tenencia de armas está tan arraigada en los EEUU, que en algunos estados incluso se pueden llevar en público, y hasta llegar a límites más que absurdos como el de que un niño de 8 años pueda disparar una ametralladora de combate o que la iglesia del pueblo ofrezca clases de tiro para mejorar la puntería de los feligreses (y así poder repeler a los siempre molestos demonios, imagino).

De tal manera que incluso hay una secta religiosa que ha llevado hasta el más ridículo extremo esta más que estadounidense afición.

Y la gran justificación de esta peligrosa costumbre es la de que cualquier honrado ciudadano pueda repeler el ataque de los maleantes, sobre todo en el domicilio particular. Pues bien, un grupo de investigadores de la Universidad de Indianápolis ha descubierto una realidad mucho más inquietante. En el estudio se recogieron de las más diversas fuentes oficiales los datos de los homicidios ocurridos en los 50 estados de EE.UU durante el periodo 1990-2016, estableciéndose todas las posibles relaciones entre víctimas y agresores.

Los investigadores encontraron una fuerte correlación entre mayor número de armas de fuego y homicidios dentro del entorno familiar, de tal manera que por cada aumento del 10% en las tasas de propiedad de armas en los hogares, existía un incremento del 13% de homicidios de familiares y/o amigos, mientras que el riesgo de homicidio de desconocidos únicamente aumentaba en tan solo un 2%.

Estos resultados indican claramente que la tenencia de armas en el hogar, lejos de servir para defender a la familia de agresores extraños, sirve para convertir las rencillas y las discusiones familiares en tragedia. Y tal y como asegura uno de los autores del estudio

Nuestros hallazgos resaltan la importancia de retirar las armas de fuego para proteger a las víctimas de violencia doméstica, la mayoría de las cuales son mujeres.

Además, otro estudio realizado hace algunos años por los mismos investigadores indicaba que vivir en estados con la legislación sobre armas más permisiva aumentaba muy significativamente la probabilidad de ser matados por las fuerzas del orden. Hecho que visto en perspectiva no tiene nada de extraño, ya que allí donde todo el mundo puede llevar una pistola o incluso un rifle automático, el policía que se acerque a un sospechoso lo hará pensando que el presunto delincuente puede disparar a las primeras de cambio, por lo que instintivamente los agentes de la ley tenderán a ser de gatillo fácil. Y entonces cualquier ciudadano, por más inocente que sea, estará en mayor riesgo de morir asesinado por la policía en cuanto se encuentre en una situación sospechosa.

En resumen, que la sacrosanta libertad de portar armas, lejos de proteger la vida de los inocentes al final es la forma más rápida que los más desvalidos o los que llamen la atención de alguna manera acaben engrosando esa larga estadística mortal a la que están tan acostumbrados en los EEUU.

P.D.

Y como una imagen vale más que mil palabras ahí va una impactante estadística.