martes, 18 de diciembre de 2018

Acupuntura: tanto pinchacito al final no es nada bueno #La Ciencia y sus Demonios #noticias


Uno de los principales argumentos de los defensores de las mal llamadas "medicinas" alternativas es que su aplicación no suele conllevar ningún tipo de riesgo. Verdad de Perogrullo cuando está más que estudiado que estos "tratamientos" suelen ser simples teatralizaciones (más o menos elaboradas), que sólo sirven para poner en funcionamiento el más que conocido efecto placebo. Sin embargo, a veces el chamán de turno se toma demasiado en serio sus "poderes" y acaba provocando una tragedia, tal y como acaba de ocurrir en China.

El "saber" milenario de la cultura china afirma curar todas y cada una de las enfermedades conocidas con toda una variada gama de remedios chamánicos, basados todos ellos en la más que inexistente "energía vital" o Qì, concepto inventado por filósofos chinos más o menos por la misma época que sus equivalentes occidentales acuñaban la idea de los famosos cuatro humores. Y según los "expertos", una de las maneras de manipular esa enigmática energía es mediante la inserción de agujitas en unos también incognoscibles para la Ciencia "meridianos" que parece ser que es por donde discurre el indetectable Qì, dando lugar a la más que conocida Acupuntura.

Jing-Luo

Pues bien, normalmente el que un "experto" (así entrecomillado, puesto que hay que ser muy entendido en la materia para acertar al pinchar sobre unas localizaciones que no existen, sobre las que ni siquiera se ponen de acuerdo las distintas escuelas ancestrales y que "sirven" para transportar una energía que tampoco es real) acupunturista acabe asaeteando el cuerpo de un crédulo casi como si fuera uno de esos viejos mártires del santoral católico

no deja de ser más que una muestra evidente de esa mezcla de sugestión y engaño al que tan aficionado parece ser el cerebro de algunos individuos pertenecientes a esa muchas veces mal apellidada especie sapiens.

Sin embargo otras veces, parafraseando ese viejo dicho castellano: "tanto va el acupunturista a la fuente, que se acaba matando al paciente" tal y como ha ocurrido en recientemente en China. Allí, un individuo de 52 años entra por urgencias aquejado de jadeos severos y disnea, paciente que repentinamente queda inconsciente, pierde su frecuencia cardíaca y la presión arterial y acaba muriendo incluso tras varios intentos de reanimación cardiopulmonar. La posterior autopsia confirma el colapso de ambos pulmones apuntado por los síntomas iniciales, observable por el color rojo en la tomografía computarizada realizada post mortem que se presenta a continuación.

La causa de ese letal colapso pulmonar fue evidente para los médicos, ya que el paciente presentaba varias docenas de pequeñas incisiones en pecho y espalda.

Ello junto con un enrojecimiento casi general de esas mismas zonas era debido a que el día anterior el sujeto había acudido a una clínica de medicina tradicional, de esas que tanto abundan en tierras orientales y cada vez más por el Occidente "civilizado", para recibir un tratamiento completo de Acupuntura y Ventosaterapia para combatir unas molestias en la espalda. Se ve que el mago de turno introdujo bastantes de esas agujas tan profundamente que habían llegado a perforar los pulmones, produciéndose el trágico desenlace.

Los autores del estudio mencionan que aunque el neumotórax es la más frecuente, no es de ninguna manera la única complicación seria que puede producir la acupuntura. Otros eventos adversos descritos en la literatura científica son: lesiones en el sistema nervioso central, hematomas epidurales, hemorragias subaracnoideas, taponamientos cardíacos, perforaciones de la vesícula biliar o hepatitis y otras infecciones varias. Y todo ello por practicar un remedio que no se diferencia en realidad en nada en cuanto a efectividad de ese tan socorrido "sana, sana, culito de rana" con el que tranquilizamos a los niños pequeños cuando sufren algún pequeño percance.

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