
Vivimos enclaustrados en nuestro cerebro. Pasamos buena parte del día conectados a un universo virtual al que accedemos a través de diferentes pantallas y en los que la acción transcurre en el plano de las palabras y el intercambio de ideas e imágenes. Universos en los que el cuerpo se convierte en un adminículo irrelevante, un colgajo molesto que recuperamos temporalmente cuando vamos al gimnasio o sacamos a pasear al perro. Y el desarrollo de tecnologías de realidad virtual y aumentada hace pensar en que el proceso de progresiva "mentalización" de nuestras vidas irá a más en detrimento de las actividades desarrolladas con el resto nuestra anatomía.
Seguir leyendo en: Nuestros cerebros no crecerán en macetas
Entrada publicada en Fogonazos http://www.fogonazos.es/
