Entre agosto 30 y septiembre 13, el Atlántico Norte sufrió los devastadores efectos del huracán Irma, el más intenso observado en la zona en los últimos 10 años.
Unas semanas antes, el huracán Harvey afectó varias islas del Caribe, países de Centroamérica y tuvo un impacto devastador en Texas — como se ha hecho otras ocasiones, los ateos de la zona se organizaron para ayudar a los esfuerzos de recuperación.
Ahora, la Foundation Beyond Belief también está recaudando fondos para colaborar con las víctimas del huracán Irma:
Irma dejó una enorme destrucción a su paso por el sureste de Estados Unidos y el Caribe. Jacksonville, Florida, ha superado su anterior nivel récord de inundación establecido en 1864, y se espera que los niveles suban durante la próxima semana. 7 millones de personas en EEUU se encuentran actualmente sin electricidad y 192.000 personas están en refugios en todo el sureste. Algunas islas están reportando que hasta un 95% de sus estructuras están dañadas o destruidas.
Si pueden y quieren ayudar, pueden hacerlo en la página dispuesta para ello, y colaborar con la cantidad de dinero que esté en sus posibilidades. Si en este momento no se les facilita hacer una donación, pueden compartir este post entre sus redes para que la información llegue a personas que tengan mayor solvencia económica.
La vez pasada algunas personas cuestionaron este tipo de publicaciones, porque no les parece relevante la descreencia de quien ofrece ayuda — y, en el mundo ideal, tendrían razón (aunque ya puestos, en el mundo ideal no habría huracanes cuya fuerza es exacerbada por el cambio climático).
Pero no estamos en el mundo ideal. Vivimos en un mundo en el que los líderes religiosos aprovechan este tipo de catástrofes para desviar los recursos para sus congregaciones —o mansiones—, para atacar las libertades individuales, para enviarle Biblias a personas muriéndose de hambre y en zonas de conflicto religioso (poniendo en más riesgo a las víctimas del disparate religionista) y donde creen que rezar por las víctimas sirve para algo... como si eso mejorara las condiciones de vida de quien lo acaba de perder todo.
Se necesita ayuda material y efectiva; y que las organizaciones ateas pongan su nombre en este tipo de esfuerzos es una garantía de que los fondos no se van a despilfarrar en cuentos de hadas. Hay humanistas lo suficientemente inteligentes como para desconfiar de las ayudas ofrecidas por instituciones religiosas, y este tipo de publicaciones les facilitan información para que puedan ayudar efectivamente a sus congéneres, sabiendo que su dinero no terminará en los bolsillos de algún traficante de miedo.
Además, nunca falta el creyente religioso ignorante que pregunta qué hacemos los ateos (militantes) para hacer de este un mundo mejor —como si luchar contra el fascismo envuelto en superstición no fuera suficiente—, y pues tampoco me molesta si alguien quiere ofrecerles estos enlaces como evidencia de que no se necesita renunciar a las facultades críticas ni tener amigos imaginarios para ayudar a nuestros hermanos cuando más lo necesitan.
(vía Friendly Atheist | imagen: Moody Air Force Base)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio