lunes, 27 de marzo de 2017

Las matemáticas y las ciencias no se llevan bien con la religión #La Ciencia y sus Demonios #noticias


A pesar de lo que opinan muchas personas (algunas de ellas incluso buenos científicos), la religión y la ciencia han sido y siempre serán dos facetas totalmente antagónicas que colisionan de manera constante y hasta brutal. Y un reciente estudio ha vuelto a añadir un nuevo dato sobre este más que evidente hecho.

Las matemáticas y la ciencia en general necesitan de un continuado esfuerzo mental, de una capacidad de análisis y reflexión mientras que la religión es la máxima expresión de la desidia intelectual. Es por ello que en general los creyentes tiene muy disminuidas (o en casos extremos bloqueadas) sus capacidades intelectuales por años, cuando no décadas, de adoctrinamiento religioso que lo único que se les exige en la práctica es dejar de pensar. Y sin pensar de manera racional es muy difícil sino imposible comprender las ciencias.

Por tanto, el reciente estudio realizado por unos investigadores anglosajones no sólo no debería sorprender a nadie, sino que sería una prueba más del daño cerebral que produce la religión. Los científicos recogieron datos de 76 países sobre sus niveles de religiosidad y también los valores de competencia en matemáticas y ciencias de los estudiantes de cada una de las naciones estudiadas mediante los famosos informes PISA y similares.

Y el más que previsible resultado fue que los alumnos de los países más religiosos tienen peores habilidades escolares en ciencias y matemáticas. Además también el estudio encontró que a mayor número de horas de clase de religión, las matemáticas y las ciencias perdían importancia porque, como es evidente el tiempo y el interés de los chavales es siempre limitado.

Es por ello que, en un mundo como el actual que depende totalmente de la ciencia, la única manera de convertirse en una nación desarrollada es abandonar cuanto antes la superstición religiosa, porque como dijo una vez un brillante estudiante

mi profesor de religión me enseña que el agua se puede convertir en vino aunque mi profesor de química me demuestra que eso es imposible, sin embargo yo tengo que aprobar ambas asignaturas.

Pero dejando de lado un nuevo estudio más de la incompatibilidad de la ciencia y la religión, hecho más que presente en la bibliografía científica por mucho que les pese a esos defensores (incluso dentro del estamento científico) de los "dos magisterios", quizás lo más interesante del reciente trabajo publicado sean los últimos párrafos del artículo en donde los investigadores dejan abiertas varias cuestiones muy importantes; así indican que

Dada la fuerte relación entre los niveles nacionales de religiosidad y de rendimiento educativo y dados los estudios previos sobre el vínculo [negativo] entre la religiosidad y el cociente intelectual, es sorprendente que esta relación no haya recibido más atención por parte de los investigadores educativos y los responsables políticos. Si ello ha sido meramente un descuido, esperamos que nuestros hallazgos sirvan para cambiar esto.

El lector inteligente no puede más que sonreír ante la fina ironía de los autores (no por casualidad uno de ellos británico). Porque siempre en mejor indicar que los expertos y responsables políticos educativos pueden que no estén al día del campo de estudio antes de que decir directamente, como hubiera sido más que cierto, que no se ha abordado este importante problema por una siempre cobarde subordinación (cuando no simple proselitismo) a la más que intocable y sacrosanta religión. Pero los investigadores, lejos de quedarse en esta mera advertencia ofrecen soluciones a futuro. Así indican que

Un primer paso para los investigadores y los responsables educativos podría ser recopilar más datos sobre este tema para obtener una mejor comprensión de las relaciones dentro de cada país entre la religiosidad y el rendimiento educativo. Por ejemplo, recomendamos la inclusión de medidas de religiosidad, de los valores familiares religiosos y de la educación religiosa en PISA, TIMSS y en las otras encuestas educativas. Después de todo, esta variable puede explicar mucho de la variación en el rendimiento educativo, y probablemente mucho mejor que otras variables sobre las que se recogen datos (por ejemplo, la confianza de los niños o las actitudes de los padres).

Porque aunque nuestros autores sean tan diplomáticos, resulta cuando menos chocante si no directamente vergonzoso que se dediquen ímprobos esfuerzos a analizar los pobres resultados educativos de ciertos grupos de niños teniendo en cuanta únicamente algunas variables, cuando sobre una de las más evidentes causas se pasa siempre de puntillas o directamente se obvia en aras de un malentendido "respeto".

Y ya para finalizar los autores del estudio ponen en evidencia las terribles carencias de este tipo de evaluaciones educativas, ya que por ese consenso educativo politicamente correcto, las preguntas más relevantes para conocer la verdadera compresión científica de los niños se han eliminado de los cuestionarios de tal manera que

En relación con esto, recomendamos que las pruebas educativas distingan cuestiones relacionadas con las creencias religiosas (por ejemplo, evolución, datación por carbono, etc.) de aquellas otras no relacionados con creencias religiosas (por ejemplo, las relacionadas con la ley de la gravedad). Esto permitiría relacionar más directamente los efectos de la religiosidad sobre los conocimientos científicos pertinentes.

porque

En este momento, los estudios sobre alfabetización científica incluye muchas preguntas no relacionadas con las creencias religiosas, y esto combinado con su alta correlación de la compresión de la matemáticas, da una muy limitada información para determinar si la alfabetización científica está afectada por la religiosidad de manera diferente que las matemáticas.

O lo que es lo mismo y traducido al román paladino, es evidente que en las sociedades más religiosas los niños tienen peores aptitudes matemáticas y científicas; pero como en el apartado de ciencia no se evalúan aquellas disciplinas (no sólo relevantes sino absolutamente importantes en este siglo XXI) más relacionadas con el conocimiento científico que más choca con la religión: evolución, edad de la Tierra, antropología, etc. pues no sería descabellado suponer que si se hicieran las preguntas pertinentes, el desfase entre conocimiento de esa ciencia "problemática" y religión fuera muchísimo más abismal que el encontrado (y más que preocupante) entre ciencia "no problemática" y creencias religiosas.

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