Hace unos días decidí reintegrarme a Twitter con un nuevo perfil (ya que olvidé la contraseña del anterior). Desde Twitter, lo admito, es mucho más fácil enterarse de varias noticias interesantes a la vez. Pero si hubo una razón importante para volver a la mencionada red social fue para observar de cerca las bobadas de Jaime Maussán o "El honorable ratón", como le encanta llamarlo Héctor