La facultad de Derecho de la Universidad Católica de Oriente (UCO) tiene un programa radial/podcast llamado Hechos al Derecho.
En el programa de esta semana se trató el tema del laicismo y como invitado especial se contó con el decano de la facultad, Rubén Darío Jaramillo Cardona:
Aunque creí que íbamos a encontrarnos con la típica reacción cavernaria de la Iglesia frente al laicismo, algunas de las cosas que dijo Jaramillo suenan razonables. No todo, todavía hay temas donde le falta.
El locutor abrió el programa comentando la suspensión de la norma que prohíbe rezar en el Concejo de Cartagena, algo que Jaramillo dice que fue una reacción exagerada. Es curioso porque la decisión no tiene nada de exagerada, es lo normal cuando se conceden medidas cautelares mientras se toma una decisión de fondo. Tal vez sería sabio si el decano comentara casos sobre los cuales tiene conocimiento de hecho, en vez de la reacción cuasi-pasquinesca de los medios nacionales. (Ya volveremos al tema de Cartagena.)
Otra de las cosas que llamaron mi atención es que Jaramillo entiende el laicismo como la forma en que se relacionan el Estado y las religiones, lo cual es bastante inexacto — el laicismo es la total y absoluta inexistencia de relación entre las religiones y el Estado, ya que cualquier otra definición termina favoreciendo una creencia por encima de las demás creencias y de la descreencia. Así lo ha establecido la Corte Constitucional y sería provechoso para los estudiantes de Derecho que su decano se guíe siempre por la jurisprudencia.
Pero, quizá, en donde Jaramillo patinó más feo fue cuando defendió las típicas excusas de la Iglesia para violar el laicismo: a) Que la religión es parte importante de la cultura, y b) que la Iglesia tiene derechos (sin decir cuáles son). Si bien la religión a veces hace parte de la cultura, un decano de Derecho tiene que saber que ley mata costumbre, y la Constitución (ley de leyes) es bastante clara: no se pueden destinar recursos públicos para favorecer ninguna religión. En cuanto a los derechos de la Iglesia, eso pierde sentido al quedarse en lo abstracto. En Colombia, todas las personas jurídicas tienen algunos derechos; sin embargo, ninguna tiene derechos por encima de los Derechos Fundamentales — que es lo que la Iglesia ha entendido históricamente cuando habla de sus derechos.
Para terminar, Jaramillo dice que al ser un Estado laico, no se debe obligar a rezar a ningún ciudadano y que el quiera rezar debe poder hacerlo. En eso tiene toda la razón y precisamente eso fue lo que decidió el juez en el caso de Cartagena: las personas pueden rezar (en su tiempo libre) pero no se puede institucionalizar la oración porque, precisamente, sería obligar a las personas a que recen. No se explica uno cómo Jaramillo dice que eso le parece exagerado y en menos de 15 minutos está abogando a favor de eso mismo.
A mí me pareció refrescante encontrar a alguien en un puesto medio de una institución católica que no es tan cerrado de mente como sus jefes. ¿A ustedes qué impresión les quedó?
(vía Paola Nieto)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
