Si para los Colegios Profesionales resulta cada vez más difícil justificar sus cursos homeopáticos, los de Farmacéuticos parece que no se hayan enterado de lo que pasa y siguen más o menos igual que siempre. Ahí tenemos, por ejemplo, al de Alicante albergando un acto sobre una de las vertientes más mágicas de la homeopatía, la "medicina biorreguladora", presentándolo como una "jornada científica" (lo dicen ellos, a mí no me miren) sobre Biorregulación en la oficina de farmacia.
O al de Granada, que pretende organizar nada menos que la I Jornada Nacional de Homeopatía y Farmacia, despropósito frente al que se ha organizado una recogida de firmas que por supuesto les invito a suscribir.
Teniendo en cuenta que este último caso viene de Granada, y que para los Colegios de Farmacéuticos el temporal que sacude la homeopatía no pasa de ser una simple brisa, quizá pudiéramos haber hablado hoy de Ventus / Auster Eurus, un precioso remedio hecho a base de viento del Sudeste.
Pero quizá sea mejor otra cosa. Verán ustedes: justamente allí, en Granada, y justamente ahora, se está celebrando la tercera edición de Desgranando Ciencia, un evento que cuenta con la participación de algunos de los mejores divulgadores científicos de nuestro país. Supongo que en el Colegio de Farmacéuticos lo sabrán (o deberían saberlo), y también sabrán que cualquiera de esos participantes puede pulverizar y dejar hechos ceniza los argumentos que pudieran esgrimir en favor de la homeopatía.
Así que tomamos eso, ceniza, y le añadimos un toquecito de magia en honor a la jornada "científica" del Colegio alicantino y tenemos nada menos que Vibhuti.
Seguro que más de uno de ustedes habrá oído hablar de Sai Baba, notorio charlatán que embaucó a miles de seguidores proclamándose dios y realizando diversos milagros (más bien mundanos, la verdad). Uno de ellos es la producción de cenizas o vibhuti, hecho que puede lograrse de diversas maneras muy prosaicas o bien, bueno, siendo un dios.
Eso es lo que cree sin duda Phillip Robbins, creador de un portentoso remedio realizado a base de cenizas materializadas mágicamente por Sai Baba.
Según cuenta Robbins, los probadores del mejunje experimentaron sobre todo sensaciones positivas, en plan "te ayuda a encontrar lo que necesitas en una forma fácilmente digestible" (algo imprescindible para poderse tragar la homeopatía a estas alturas, aunque solo sea como vertiente de negocio), te "desconecta de ti mismo" (permitiendo a los licenciados en farmacia olvidar sus conocimientos de química, biología o farmacología a la hora de vender estos placebos) e incluso te proporciona una "Espiritualidad patológica", que, bueno, se explica por sí misma. ¿Verdad?
De modo que ya saben, si ustedes están en Alicante o Granada tienen la oportunidad de asistir a esas jornadas mágicas por cortesía de sus Colegios de Farmacéuticos. Aunque, la verdad, yo no me lo pensaría dos veces y me iría a Desgranando: lo que aprenderán será real y, aunque parezca difícil a la vista de lo absurdo de los remedios homeopáticos, también más divertido.
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