Quizás una de las más perversas maldades de la religión consiste en imponer las más absurdas alucinaciones a los más débiles, los niños y obligarles a toda una vida de sufrimiento en aras de la moral religiosa. Y parece que Paraguay es una nación experta en este cruel tratamiento de la infancia.
Según recientes noticias en este país, el más cristiano de toda Latinoamérica, más de 680 niñas menores de 14 años (algunas de ellas de tan solo 10 añitos) han sido obligadas a tener descendencia, puesto que allí el aborto está prohibido en todos los extremos. Y lo más terrible del caso es que, según informan las autoridades, la mayoría de ellas quedaron embarazadas no por un descuido sexual, sino como resultado de violaciones realizadas la mayoría de las veces por desalmados adultos: padres, padrastros, familiares y amigos de la familia.
Pero eso sí, quienes van a pagar con toda una vida de sufrimiento rememorando una y otra los abusos y violaciones van a ser esas niñas obligadas a ver crecer año tras año y década tras década el resultado de su traumática experiencia. Y luego algún perverso sotanado vendrá con la patraña de que su "dios es todo amor".
Fuente
Diario de un ateo
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