Cualquiera que haya buscado en internet sobre cualquier tema sobre salud (o incluso aunque no) habrá podido comprobar la enorme cantidad de remedios milagrosos, curalotodos y demás estafas que, bajo la cobretura de una palabrería de apariencia científica, pululan por la red. Para el común de los mortales, muchas veces es difícil distinguir cuándo el remedio de turno es legítimo y cuando no es más que un sacacuartos. Esto es especialmente cierto cuando algunas de estas pseudoterapias es respaldada por algunos médicos, tal y como sucede con la homeopatía, la acupuntura, quiropráctica, reiki, los antineoplasmones de Burzynski, etc. Sus defensores "médicos", muchas veces con formación científica, se encargan de producir una gran cantidad de estudios que demuestran las bondades de su terapia favorita. Estos estudios, a su vez, son usados por los defensores, vamos a llamarles "amateurs", que aparecen en cualquier blog que los critique con argumentos como "pues mira el artículo XXX publicado en la revista YYY".
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